ficha Aalis

Aalis procede de la muy prestigiosa e historia familia descendiente de Carlomagno, el antiguo emperador, los Karling. Ella es descendiente directa del emperador por vía materna, pero eso sirve de realmente poco en una Francia dominada por una dinastía rival y más reciente, a la vez que poderosa, la de los Capeto. Por lo que solo el nombre y el prestigio son importantes hoy en día para la familia de Aalis.

Su padre era un respetable noble Aquitania, que se unió a una expedición del conde de Toulouse para ir a luchar a Tierra Santa. En un principio su padre se caso con su madre para aportar dinero y a la familia de la madre de Aalis, mientras que ella aportaba el nombre de tan importante familia. Pero el que tenia que ser un importante matrimonio no fructifico, y Aalis y su gemelo fueron el único resultado positivo de la union. Arrastradas por las disputas internas del reino del Francia, la familia perdió parte de sus posesiones y riquezas, que fueron arrebatadas por el rey de Francia y dadas a una familia rival. Fue entonces cuando el arruinado padre de Aalis tomo una decisión única, venderse lo poco que le quedaba y embarcarse hacia Tierra Santa en busca de mejor fortuna. Con el se llevo a su hijo y heredero, y dejo a Aalis y su madre con un noble amigo. Aalis apenas contaba con ocho años cuando su padre se fue.

A pesar de quedarse sin padre, Aalis tuvo fortuna. Tanto ella como su madre fueron aceptadas en la corte del Duque de Aquitania, y Aalis se convirtió en una de las damas de compañía de la joven hija del duque, Leonor de Aquitania. Recibió la educación que merecía una noble de su alcurnia, y siempre se la respeto pese a su simple condición de dama de compañía. Pero el tiempo le jugo otras malas pasadas. Su madre enfermo a causa de una fiebres que asolaron toda Francia, y murió. Entonces Aalis quedo sola, aunque el duque le ofreció su protección.

Los años fueron pasando, y Aalis fue creciendo en belleza e inteligencia. Su nombre era conocido no solo en la corte, sino en todo el reino. Así que empezaron a llover la propuestas de matrimonio, todo el mundo quería casarse con una descendiente del Emperador Carlos. Además llegaban noticas de Jerusalem. Su padre crecía también en fortuna y honores al servicio del Rey. Demostró su habilidad no solo como soldado, sino también como comandante y hombre de confianza del Rey Balduino. El duque a Aquitania era a efectos prácticos su tutor legal, y era él quien se ocupaba de Aalis, pero no quería aprobar ningún matrimonio sin el consentimiento de su padre.

Una excelente noticia llego en 18 cumpleaños de Aalis. El anterior Principe de Antioquia había muerto sin descendencia, y el Rey de Jerusalem había entregado el principado al padre de Aalis. Ahora Aalis ya no era una simple dama de compañía o una noble sin tierra, su padre era el señor de un importante principado cristiano. Eso favorecía claramente la posición de Aalis. Entonces le fue enviada a su padre la propuesta para que Aalis se desposara con el hijo de conde de Toulouse. Al cabo de los meses llego una carta procedente de Antioquia, el padre de Aalis y su hermano mayor habían muerto en el asedio de Edesa en manos de los musulmanes. Aquello giro por completo el mundo de Aalis.

La Segunda Cruzada fue proclamada por el Papa, en defensa de los cristianos de Tierra Santa. La fortuna y Dios habían dado la espalda a Aalis, pero ella no estaba dispuesta a perder lo que su padre y su hermano habían ganado con sangre. Pidió ayuda otra vez más al conde Aquitania, y este le dijo que poco podía hacer por ella después de haberla cuidado como a una hija, pero le proporciono cincuenta hombres para no ir sola y dos barcos. Aalis salpó finalmente desde Marsella el año mismo de la muerte de su padre, dispuesta a llegar a Jerusalem, y conseguir del rey lo que le pertenecía.